VICENTE CLAVERO
MADRID.- Nada menos que 286.691 asalariados han sufrido un empeoramiento de sus condiciones de trabajo desde febrero de 2012,
al quedar en suspenso aspectos clave de los convenios colectivos que
afectan las empresas a las que pertenecen. Éstas han aprovechado la
reforma laboral impuesta al principio de la actual legislatura por el
Gobierno de Mariano Rajoy para desvincularse de los compromisos
contraídos, alegando por lo general razones de tipo económico.
Debido a ello, 6.496 convenios han perdido parte de su efectividad a lo largo de los últimos tres años y medio, según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social correspondientes al pasado 30 de septiembre.
Debido a ello, 6.496 convenios han perdido parte de su efectividad a lo largo de los últimos tres años y medio, según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social correspondientes al pasado 30 de septiembre.
La reforma laboral, muy contestada por
los sindicatos y por la mayor parte de las fuerzas políticas, concedió a
los empresarios nuevas facilidades para instar la inaplicación de sus
convenios. A tal punto que hoy, para promoverla, les basta con alegar un
descenso de su facturación ordinaria durante dos trimestres
consecutivos, la existencia de pérdidas o la previsión de que las haya
en el futuro.Además, el “descuelgue”, que es como se conoce esta opción,
puede afectar no sólo a los salarios, sino también a la distribución
del tiempo de trabajo (horarios y turnos), a la asignación de funciones y
a las mejoras sociales aceptadas en su momento por las empresas.El grueso de losdescuelgues de los convenios se concentra en las pymes de menos de 50 empleadosLas inaplicaciones no pueden llevarse a efecto de
forma unilateral, pero los representantes de los trabajadores suelen
negociarlas bajo la amenaza, más o menos explícita, de un despido
colectivo si no sale adelante. De ahí que la inmensa mayoría (1.053
sobre 1.163 sólo en los nueve primeros meses de 2015) se cierren con
acuerdo entre las partes durante el periodo de consultas, siempre según
los datos ofrecidos por el Ministerio de Empleo. No obstante,
cuando existe una discrepancia insalvable, antes llegar a los tribunales
cabe la posibilidad de apelar a las autoridades laborales competentes,
ya sean autonómicas o estatales, que pueden dictaminar por sí mismas o
fijar un árbitro.De los tres años y medio que lleva en vigor la
reforma laboral del PP, el más duro fue de lejos 2013, con 2.155
convenios parcialmente suspendidos y 159.550 trabajadores afectados, más
de la mitad del total del periodo. Más recientemente, entre enero y
septiembre de 2015, se contabilizaron 1.163 inaplicaciones, de las que
898 correspondieron al sector servicios, mientras que en la industria
sólo hubo 165; en la construcción, 87, y en la agricultura, 13. El
grueso se concentró en las empresas de hasta 50 empleados, con 967
casos. Los trabajadores que experimentaron un retroceso en sus
condiciones laborales pactadas como alcanzaron la cifra de 31.586.
El
aspecto de los convenios que más se resintió en los nueve primeros
meses del presente ejercicio fue con diferencia el retributivo, pues 929 de los 1.163 descuelgues registrados tenían por objeto exclusivamente introducir recortes en los sueldos o en el sistema global de remuneración. Eso demuestra, según los expertos, el importante papel que esta brecha
abierta en la negociación colectiva ha desempeñado en la devaluación
salarial que se ha producido desde el inicio de la crisis y, muy
especialmente, desde que gobierna Mariano Rajoy.
fuente. Diario Publico.
fuente. Diario Publico.
Eso demuestra, según los expertos, el importante papel que esta brecha abierta en la negociación colectiva ha desempeñado en la devaluación salarial que se ha producido desde el inicio de la crisis y, muy especialmente, desde que gobierna Mariano Rajoy.
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